lunes, 29 de mayo de 2017

Cuando cierro los ojos...

Y me besó despertando mil emociones en la piel y en el alma, mis labios habían sido subyugados por su encanto q fue como una oleada del mar cuándo éste se violenta y chispotea furioso las olas contra las rocas.
Me consumía d deseo entre sus brazos,  me sentía extasiada y dispuesta a todo!  No había espacio entre nuestros cuerpos q no pudiera sentir la vorágine exquisita q envolvía d placer mi mente.
Ya se q estoy loca, lo he sabido siempre pero no puedo evitarlo; cuando la sangre hierve trastoca cada centimetro d mi, la libido se despierta como un animal salvaje hambriento, sediento d deseo, d lujuria, d placer, d ternura ansiosa d poseer; d vibrar.
El corazón puede palpitar d muchas maneras y por muchas razones, cuando el alma se acelera la sangre fluye estrepitosamente recorriendo mi cuerpo d arriba hacia abajo llenándose mi mente d calor e imágenes q sacuden mi conciencia;  robando mi inocencia al amor tierno, dulce y pasivo.
Puede más la sangre q hierve  obstinada dentro d mi q la prudencia misma, me nubla la razón la excitación, d poseer su cuerpo con caricias frenéticas, atrevidas y carentes d ternura,  él no ama como tú, él sólo es amor y ternura, tú; la locura sexual q me hace perder la razon.


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